Estamos en uno de los mejores años en la historia reciente del mundo de los videojuegos. Pokemon Arceus supuso una revolución en la saga, el mes pasado Aloy reclamaba el trono de mejor exclusivo de PS5 y Elden Ring se ha convertido en el juego más vendido de FromSoftware.


Es por esto que quizás, 2021 a pesar de haber tenido buenos títulos o un cierre de año de ensueño en Xbox, ha quedado como un año un tanto vacío, situación que han aprovechado estudios indies como Ember Lamb con su Kena Bridge of Spirits y la gente de Image & From Games con The Gunk.

No menciono Kena sin motivo, creo que ambos juegos, a pesar de tener mecánicas y ambientaciones muy diferentes, en algunos momentos se parecen bastante en lo visual. En The Gunk, conoceremos a la pareja formada por Rani y Beck, dos transportistas en un apuro económico. Al recibir una débil señal energética, aterrizan en un planeta en búsqueda de recursos con los que comerciar. Aquí descubren una extraña sustancia oscura que está contaminando y debilitando el planeta. Rani cuenta con un guante que le permite absorber y eliminar esta sustancia, con una mecánica que recuerda mucho a Luigis Mansion. Cuanto más Gunk (la sustancia oscura) eliminan, la señal energética que les trajo al planeta se intensifica.

Esto llevará a Rani a querer explorar el planeta, descubriendo ruinas y restos de una antigua civilización. Durante esta aventura podremos recolectar diferentes materiales, también podremos escanear tanto objetos como diferentes formas de vida. La sustancia oscura no sólo contamina, sino que también envía enemigos contra nosotros, a los que nos enfrentaremos en unos combates muy simples en tiempo real, utilizando nuestro guante.



The Gunk es un juego pequeño consciente de ello. Es posible completar la aventura en un par de tardes sin muchos apuros. Podemos mejorar nuestro guante gracias a los materiales que vamos recolectando, aunque también podemos completar el juego sin hacer uso de estas mejoras. Y creo que es aquí donde está el mayor problema de The Gunk. Sus ganas de agradar y de ser un juego compacto y minimalista a veces juegan en su contra. Se nos presentan diferentes mecánicas que pronto dejan de evolucionar y sorprender. El número de enemigos, materiales y fauna es también bastante escueto.

Aún con esto, la aventura es tan breve que estos inconvenientes no llegan a pasarle una factura elevada. Es de agradecer que los desarrolladores supieran cerrar en el momento justo y que finalmente consiguieran una bonita aventura que cuenta con elementos de Luigis Mansion y que invita a escanear todo nuestro entorno como sucedía en Metroid Prime. Los paisajes y sus melodías son el último empujón que me lleva a recomendar el juego a todo jugador o jugadora que tenga acceso a Xbox Game Pass.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *